En un pueblo italiano, al pie de la montaña, vivía nuestro amigo Marco.
Marco ha tenido mucha influencia en nuestro tiempo, aunque no nos demos cuenta.
Marco indicó el camino que hoy sigue internet. Era nuestro «amigo» Marco, al que no habíamos conocido en persona pero era nuestro amigo (Facebook) y seguía a alguien sin importarle la distancia (Twitter).
Además, navegó y navegó sin gastar mucho, a costa de sacrificar la comodidad. Marco estableció de este modo los conceptos «tarifa plana» y «low-cost».
En el mundo financiero su influencia también fue notable: sus andanzas provocaron un subidón de récord de las acciones de la Kleenex Corporation cuando, por fin, encontró a su madre.
Al mercado laboral Marco aportó los minijobs: recordemos que tenía 3 empleos por horas, mal pagados y en condiciones que harían temblar a un técnico de Prevención de Riesgos Laborales.
Televisivamente, Marco estableció las bases de las futuras telenovelas, culebrones, y programas como «¿Quién sabe dónde?», «Hay una carta para ti», «Callejeros Viajeros» o, según el momento, «Sálvame».
Cinematográficamente, su canción inspiró decenas de películas protagonizadas por Steven Seagal, Arnold Schwarzenegger e, incluso, algún actor de verdad como Liam Neeson.
Recordemos esas frases que podrían haberse incluido en cualquier escena de Terminator (léase con voz de Constantino Romero):
«Si no vuelves pronto iré
a buscarte donde estés,
no me importa donde vayas
¡¡¡Te encontraré!!!!!».
o
Antibiografia 